Expo: ¿agua bendita y sostenibilidad?

Expo: ¿agua bendita y sostenibilidad?

La Expo Zaragoza 2008 no está hueca. Hay espectáculo, diversión, arriesgadas arquitecturas, promoción turística algo fuera de lugar en determinados pabellones, puro márketing de “lo bien que lo hacemos” en otros, pero, también, y bien presentes y visibles, hay contenidos acerca del agua desde mil puntos de vista, incluidos los que llevan a conocer, con base científica, los problemas asociados a este recurso. No son pocos los lugares donde encontrarlos: Pabellón de España, Pabellón Puente, plazas temáticas…Además, cuenta con la Tribuna del Agua (http://www.expozaragoza2008.es/TribunadelAgua/QueslaTribunadelAgua/seccion=663&idioma=es_ES.do ), un acertado espacio de reflexión y debate que es como las aguas subterráneas de la Expo, que discurren, dando vida y sentido a todo lo que ocurre en la superficie de la Exposición Internacional. Estructurada en semanas temáticas, consta de sesiones para expertos a las que se asocia una versión divulgativa abierta al público denominada Ágora. Hace unos días, tuve ocasión de moderar una de ellas, sobre ríos y sostenibilidad, y, en fluido diálogo con el público, se cuestionó abiertamente el trato dispensado al Ebro a cuenta de la Expo: dragados para adaptar el río a los barcos en vez de hacerlo al revés, o recuperación de riberas a base de hormigón en lugar de respetar la vegetación y la naturaleza del cauce. La Tribuna del Agua está aportando hondos debates a cargo de ponentes serios y de peso venidos de todo el mundo. La pretensión final es que todo este trabajo cuaje en un documento, la Carta de Zaragoza, que siente unas bases desde las que abordar el tema del agua de forma global. Será el legado intelectual de la Expo.Esta voluntad de reflexión tiene también sede permanente en la Expo, abierta en este caso de par en par a la participación ciudadana, de asociaciones y oenegés, en el Pabellón de las Iniciativas Ciudadanas, El Faro (http://www.elfaro2008.org ), que acoge diariamente interesantes y críticos contenidos. Complacencia cero.Pero a la Tribuna del Agua le han colado un gol por toda la escuadra. Entre los eventos paralelos, bajo el paraguas de la Expo, se encuentra un llamado Congreso Internacional sobre Ecología, organizado por el Pabellón de la Santa Sede en la Expo y la Universidad privada San Jorge. Los teólogos por metro cuadrado abundan en un programa que, como quien no quiere la cosa (o sí), incluye una ponencia sobre el “diseño inteligente del Universo”. (http://www.usj.es/congreso/sitio/index.php) (http://www.publico.es/ciencias/131666/creacionismo/expo/zaragoza)Para acabar de rematar la faena, al darse cuenta de lo creacionista y antidarwinista del planteamiento, el mismo CSIC ha tenido que salirse a toda prisa del comité científico de este congreso. http://www.publico.es/ciencias/131923/creacionismo/expo/zaragoza/csic#comentariosY la Asociación Española de Ecología Terrestre ha emitido un contundente comunicado. http://www.aeet.org/QuickNews2.asp?cmd=view&articleid=14Creacionismo aparte -pero bien grande lo escribo aquí para que se vea sin disfraces-, los organizadores confunden, todo apunta que a conciencia, Teología con Ecología. Incluso parecen desconocer el amplio ámbito de trabajo de la Ecología, al plantear todas las ponencias desde un antropocentrismo aplastante. “El hombre” está en casi todos los títulos. Y, ojo al detalle: siempre “el hombre”, jamás “el ser humano” para que la mitad de la Humanidad nos sintamos incluidas. Ética, Filosofía, religión, todo ello está en ese congreso. Ecología, no.Nada que ver este despropósito con el impecable trabajo durante todo un año del Seminario de Investigación para la Paz de Zaragoza (nacido en 1984 en el también religioso Centro Pignatelli) que acaba de presentarse en forma de libro: “El agua, derecho humano y raíz de conflictos”. En él hay enfoques éticos y mucho debate, pero no faltan datos científicos y ponentes de altura. Ésa sí que es una aportación al lema de la Expo: agua y desarrollo sostenible. Con sus defectos, la Expo entretiene y divierte pero, además, está haciendo pensar a mucha gente: llevándoles a valorar el agua como recurso escaso y pieza vital en los ecosistemas, descubriéndoles también los problemas que sufren otros países y la vulnerabilidad desigual ante el futuro. En la Expo se mira el agua desde muchos enfoques. ¿Por qué no también el espiritual? Pero no le llamen Ecología, por favor.

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