Para una correcta restauración del patrimonio cultural degradado, conviene conocer primero la causa del deterioro. Y, sobre todo, por qué. Existen estudios que caracterizan dichos daños al detalle, pero rara vez se centran en su origen y evolución. La química de la UPV/EHU Maite Maguregui ha creado una metodología analítica, con la intención de cubrir dicha necesidad: considera el material de origen del patrimonio histórico y el producto en que se ha convertido con el tiempo (producto de deterioro), para comprender la evolución adecuadamente.
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