El asteroide Scheila mostró a finales de 2010 una apariencia similar a la de los cometas, con una cola bien definida que desapareció a los pocos días. Ahora un equipo internacional de investigadores liderado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) ha desarrollado un modelo que atribuye la eventual metamorfosis de Scheila al choque con un objeto menor.
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