Este es el título de un artículo de Ian Woodward (ex-director del organismo de protección del medio ambiente del gobierno de Tasmania). El subtítulo es: “La importancia del pensamiento crítico en la gestión ambiental”. No reproduciré aquí el artículo publicado en el último número 34 (enero-abril 2011) de “El Escéptico” (la revista para el fomento de la razón y la ciencia), pero si me parece interesante citarlo y recomendar su lectura, así como la del apéndice que incluye las falacias lógicas que se emplean en el discurso de la gestión medioambiental.
1.-Ad hominem (atacando a la persona).
2.-Argumento de autoridad.
3.-Argumento de la propia incredulidad.
4.-Correlación no implica causa.
5.-Falso dilema.
6.-Inconsistencia.
7.-Blanco móvil.
8.-Argumento ad ignorantian.
9.-Non sequitur.
10.-Hombre de paja.
11.-La pendiente resbaladiza.
12.-Tautología.
13.-Tu quoque.
Si alguien lo desea, en posteriores entradas podemos desarrollar cada punto.
Como aperitivo os pongo algunas de sus frases:
“Los humanos se contagian el pánico rápidamente, y el comportamiento de las muchedumbres en momentos de terror normalmente desemboca en desgracias”.
“El público obtiene su información de los medios de comunicación y del cotilleo, ambos notablemente incapaces de informar sobre asuntos técnicos”.
“Es la comunidad la que crea las aguas residuales, conduce coches, quema leña, usa la electricidad o tala bosques para cosechas o viviendas, todo sin declaraciones de impacto ambiental… y es la comunidad la que compra los productos de la industria que vilipendia”.
Saludos.