Estas semanas pasadas, me he dado un paseo por Internet en busca de museos virtuales que tengan que ver con la ciencia. El auge de la red en el último decenio ha dado lugar a una multitud de iniciativas por parte de los actores del mundo museístico para dar a conocer sus colecciones en el mundo virtual. Esta tendencia no parece reflejarse en el mundo de la divulgación de la ciencia: de hecho, mi búsqueda de espacios científicos de calidad en la red ha dado escasísimos resultados.
En España hubo un proyecto de museo virtual a finales de los 90 por parte del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (1). La iniciativa se llamó Museo Hispano de Ciencia y Tecnología y pretendía mostrar a los navegantes las 9.000 piezas de valor histórico y didáctico que formaban los actuales fondos del museo, que por entonces aún estaba a la espera de un lugar donde poder existir de cara al público (aunque se creara en 1980). El escenario virtual tenía que exhibir también fondos de interés científico y tecnológico residentes físicamente en otros museos y universidades españoles. La iniciativa fue de poco alcance (como siempre por la falta de fondos) y hoy se ofrecen solo unos CD-Rom con las fotos de la colección del museo (2).
Entretanto se ha abierto por fin el Museo Nacional de Ciencias y Tecnología en una antigua estación ferroviaria de las Delicias de Madrid (3). La iniciativa virtual quedó olvidada: el ‘Rincón de la Ciencia‘ (4), la página web que lista todos los museos relacionados con la ciencia en España lo nombra, pero el enlace desemboca en una página que no tiene nada que ver con la divulgación científica. Otra iniciativa del genero sin embargo ha sido generada por el CSIC con su Museo Virtual de la Ciencia (5). Es una página muy completa que cubre todos los ámbitos de la ciencia en una larga serie de salas didácticas destinado mayoritariamente a colegios e institutos pero también a personas que tengan interés en una cultura científica general. Se echa en falta una presentación más ‘moderna’ enfocada en fotos e infografía y con menos textos. También se echa de menos el poder enlazar con vínculos y adentrarse más en los temas propuestos. Finalmente, se esperaría de una página de esta índole que tuviera enlaces para ponerse en contacto con algunos de los científicos de CSIC que trabajan en estas áreas para plantear dudas y preguntas.
Otros proyectos digno de mención porque es de la casa es el Museo de la Ciencias de la Universidad Carlos III (6). También dividido en salas, muestra contenidos más asequibles y más interactivos, por ejemplo en forma de infografía y vídeos. Pero aquí también hay demasiado texto y pocas posibilidades de ponerse en contacto con los creadores. El museo de la ciencia de Valladolid tiene un enlace de visita virtual de sus salas en forma de fotografías de 360° (7). Se dice poco sobre los temas tratados (que me parece son más bien pocos) pero el poder ver las diferentes salas del museo en la pantalla de su ordenador me perece un buen aliciente para luego ir en persona a verlo. Éstas son las pocas iniciativa de museos virtuales en territorio nacional. Quien no se lo crea que haga la búsqueda ‘museo ciencia virtual’ en Google.
La web no tiene fronteras y esto me permite salir fuera de las nuestras a través de las fibras ópticas y encontrar proyectos parecidos en otros países. Un ejemplo es el ‘China Science Virtual Museum‘ (8). Es de buena calidad, tanto por la presentación como por los contenidos. Cubre todas las áreas del conocimiento científico, basándose principalmente en lo que se hace en China. Existen una variedad de vínculos que le permiten a uno adentrarse en los temas, gráficos interactivos, preguntas…etc. Si tuviera que sacarle una falta diría que el ‘chininglés’ a veces dificulta la comprensión de los contenidos. La anedocta aquí es que se habla de los tibetanos como si fueran piezas de museo. No se muy bien como interpretarlo.
El ‘Boston Museum of Science‘ tiene también algunas exposiciones virtuales (9) de buena calidad así como píldoras donde uno puede escuchar la presentación de las diferentes temáticas mientras va viendo las salas en su pantallas. En Japón, he visitado la guía de la Tierra del ‘JST Virtual Science Centre‘ (10), una página web exclusivamente dedicada a nuestro planeta. Tiene muy buenas fotos y los temas están expuestos de una manera inteligente y con infografías interactivas. Se necesita un navegador actualizado y una muy buena memoria RAM. Es sin duda el mejor sitio web en el área de la divulgación de la ciencia que he visitado. En esta misma temática está el museo virtual de la NASA (11). A mi personalmente me parece menos educativo o divulgativo y más dedicado a la exposición de los resultados de sus proyectos o misiones.
La conclusión de mis pesquisas como dirían mis compañeros lusófonos es que no existe un museo dedicado a la ciencia como tal en el mundo virtual. La pagina web que más se acerca a mi idea de museo científico-divulgativo en Internet es aquella japonesa. La recomiendo. Una idea para desarrollar en colaboración con algún museo científico para aquellos que tengan buenos conocimientos informáticos, mucha imaginación y no se quieran dedicar al periodismo puro y duro, se entiende. Seguro que la gente que vive lejos de cualquier centro de divulgación científica lo apreciara.