¿Qué tiene en común una hamburguesa con un científico?
Os parecerá que nada, pero hace unos días descubrimos que sí. El experto en Ciencia de los Materiales de la Universidad de Alicante, Francisco Javier Narciso, nos descubría cómo el carbón, el más antiguo y más usado de los Materiales, ha sido ingrediente en la elaboración de esta comida. Se trata de un sandwich de carne con pan fabricado base de carbón vegetal y bambú. Esta es una de las muchas aplicaciones que se ha dado a lo largo de la historia de la humanidad al carbón, y sobre la que el científico dio cuenta. En sus dos formas, vegetal y mineral, el carbón se ha usado para la elaboración de aplicaciones tan dispares como cremas cosméticas, como combustible, como pinturas o para elaborar el acero de Damasco, un tipo de acero de crisol, empleado en Oriente Medio para la fabricación de espadas desde el siglo X y hasta el XVIII.
Y ¿qué une a un artista con un científico especialista en química?
¡Pues todo! O esto es lo que Narciso nos fue desvelando conforme continuaba su disertación sobre los Materiales. Porque, al parecer, los polímeros están en la base de la creación del nylon, se han usado en la publicidad y en el arte tanto como en la fabricación de piezas para los baños, por poner algunos ejemplos de objetos de la vida cotidiana. De polímero son algunas lámparas que cuelgan de nuestras casas, nos recuerda el profesor Narciso, tanto como suelos para el hogar, en las duchas, en las encimeras de cocina.

Precisamente, el poliéster y la resina epoxi son polímeros a los que el artista de Yecla (Murcia) Lidó Rico ha sabido sacarle partido. Éstos constituyen la materia prima con la que viene trabajando desde hace treinta años.
El polímero, en forma de resina de poliéster, solidifica y se endurece cuando se mezcla con un catalizador, operación que Lidó Rico realiza con la maestría propia de un experto, casi como un científico, muy cerca de la investigación pero, a la vez, pegado al arte. Es como una relación sentimental, , afirma, gustándole experimentar con el material y llevarlo al proceso ilógico. En este sentido, para él la resina transparente adquiere otra naturaleza según con qué la aglutine. Ha probado con polvo de mármol, con cabello humano, que produce una especie de almíbar, con hojas de biblia, con flores, con insectos… porque de lo que se trata al final es de cómo, a partir de trabajar con material químico, se puede llegar al alma de las personas, a emocionar. Las proporciones en cuanto a los materiales para solidificar las combina él a su gusto, y ha convertido a su propio cuerpo en molde, material orgánico que trasciende en material químico, en la búsqueda por perpetuar al hombre y en el intento por dignificar la fragilidad del propio hombre, con el uso del poliéster.

Por último una última cuestión, ¿qué tiene en común un artista con un neurocientífico?
Esta sí está clara. El cerebro.
Esto es lo que se pudo constatar en el proyecto denominado Genoarquitecturas donde Lidó Rico colabora desde hace más de tres años con el neurofisiólogo Kuei Y. Tseng, de la Rosalind Franklin University de Chicago, y el neurobiólogo José Luis Ferrán, de la Universidad de Murcia. Su participación, con las piezas elaboradas a partir de la realización de moldes de diferentes cerebros humanos reales, deriva en la producción de su obra y en la recién finalizada exposición Inestablos en el MUA de la Universidad de Alicante, proyecto que aúna ciencia y arte.

Lo anterior es sólo un pequeño pellizco de la realidad que vivimos y disfrutamos el pasado martes 31 de enero, dentro de la segunda edición del Ciclo DivulgArte, en la Sede Universitaria Ciudad de Alicante.