Nunca he oído decir a nadie que quisiera ser periodista científico. Los hay que quieren ser periodistas deportivos, periodistas de economía, pero no me he he encontrado nadie que tenga como expectativa ser periodista científico.
Esto me viene ahora a la cabeza por la manifestación de esta semana de los informáticos, que han protestado porque no tienen su ficha de competencias como otras titulaciones, es decir, como si no existieran los estudios de informática o cualquiera pudiera ser informático habiendo estudiado otra cosa.
Sin entrar en paralelismos con ese caso, la profesión de periodista yo la definiría como una forma de ejercer cualquier profesión. Es decir, un deportista que se hace comentarista deportivo, un economista que se dedica a la sección de economía de un periódico, o un médico a la sección de salud, o un científico de la rama que sea a la sección de ciencia y tecnología. Y quien dice sección dice sitio web, blog, portal o como queramos llamarlo.
Probablemente los periodistas de carrera no estén del todo de acuerdo conmigo, pero me gustaría ver, en la medida de los posible, que la liberalización del ejercicio profesional que promulga Europa tiene este sentido, y que pudiera facilitar que el día de mañana alguien diga “quiero ser periodista científico”, y entonces estudiará periodismo, o físicas, químicas, biología o cualquier otra cosa, cualquier tipo de formación científica, ni siquiera necesariamente una carrera universitaria.
Evidentemente yo sigo queriendo que mi médico haya estudiado medicina, y el arquitecto de mi casa arquitectura o similar, etc, no es que esté a favor de la desregulación del ejercicio profesional (como biólogo estoy a favor de los Colegios Profesionales).
Pero creo que un cambio de concepto puede venir bien para que ser periodista científico sea considerado una actividad profesional como una opción más.
Por: Ignacio Miguel Ximénez de Embún