Gracias a sopa de ciencias, me entero de que hace un par de semanas se celebró en Austin, Texas, la convención anual de escritores y periodistas científicos, Science Writers 2009; organizada por la Asociación Nacional de Escritores de Ciencia (NASW). Nacional estadounidense, of course.
Más allá de la relativa lejanía y el exotismo vaquero del evento, conviene echar un vistazo al programa previo de festejos, invitados y ponencias; y, sobre todo, a la cobertura informativa del encuentro, para aplicación y gozo de quienes no pudimos asistir en vivo y en directo: a los 20 días de celebrada la convención, todas las intervenciones y conferencias están colgadas en la web de la NASW. Y casi todas son nuevas e interesantes. Ninguna suena a “uf, la misma brasa que en el congreso del año pasado”. ¿Un ejemplo?: Más que sólo escribir: el negocio de ser freelance en periodismo científico. ¿Otro?: La vida secreta de los social media: nuevas reglas para los redactores de ciencia. Y todo en ese plan.
Como apuntaba Elena Sanz en su blog, entre los (muchos y buenos) ponentes que han participado en la edición de este año, destacan tres nombres: Steve Miller (autor del libro The complete idiot’s guide to the Science of Everything); la joven Christie Nicholson (coautora de la web Science of sex y editora de proyectos especiales de la revista Scientific American, donde ha creado una activa comunidad on-line) y Karl Leif Bates, que además de ser el reponsable de la web de la Universidad de Duke, coordina las sesiones de trabajo Visual Journalism for Science Writers.
Asegura este último: “Para ser hoy un buen periodista de ciencia, tienes que pensar en el acompañamiento gráfico y visual desde el principio: preguntando por él, buscándolo y, en ocasiones, creándolo tú mismo”.
I agree.