Puesto que en octubre tuve un desliz y confundí el día de publicación, en noviembre mi entrada consta de cuatro pensamientos acerca de la actualidad. Uno dedicado a la revista AstronomíA, que cumple 25 años; un recuerdo para Carl Sagan y los 30 años de Cosmos; así como destaco el primer mini Big Bang del LHC y apoyamos a Fernando Cuartero frente los presuntos (o como se diría en el Oeste de las películas) “cuatreros”, con perdón.
I
“25 años no son nada” es lo primero que pienso al saber a finales de 2009, al año de Galileo y el Telescopio, que la revista AstronomíA cumplía, el siguiente año, en 2010, un cuarto de siglo en vigor, afrontando como el que más las dificultades del duro mercado de las publicaciones no periódicas, en este caso, las revistas de tirada mensual. Veinticinco años no son nada para una publicación -íntegramente escrita en castellano y a todo color- especializada en contarnos, a lo largo de miles de artículos científicos y divulgativos, la historia y actualidad de la Astronomía, sin fronteras. Todo un servicio a la sociedad reconocido, por qué no decir, por la figura que ostenta la presidencia de honor del consejo científico asesor de la publicación, su alteza real el Príncipe de Asturias.
Sin duda, 25 años no son nada, y menos, para una rama del conocimiento acostumbrada a medir el tiempo en millones de años, tantos como los que atesora nuestro propio Universo. Por ello, mi primer pensamiento sirva para reconocer y recordar el espíritu de aquella primera época, en la que con el nombre de Tribuna de Astronomía, el producto editorial alumbraba a una generación de estusiastas de la ciencia, el placer y la satisfacción del saber más y más de la propia vida. Un espíritu perfectamente sostenido e incluso enriquecido hasta la fecha gracias a Editorial Equipo Sirius, así como a Rigorma y SGEL, empresas impresora y distribuidora de esta magnifica fuente de información y cultura. Por cierto, en este mes de noviembre alcanzan ya los 300 números servidos.
II
Este segundo pensamiento es para Carl Sagan o mejor dicho, para la serie “Cosmos, un viaje personal”. Y es que, ningún “mass media” había logrado acercar tanto la ciencia y la astronomía a la sociedad como lo hizo la televisión gracias a esta serie, de la que justamente se cumplen ahora 30 años de su estreno. Sí. Fue en 1980 cuando Ann Druyan y Steven Soter junto a Sagan -como guionista principal- dieron a conocer los primeros capítulos de una serie que tres décadas más tarde ha sido vista por más de medio millón de televidentes.
Cifras astronómicas como las de nuestro Cosmos, “esta pequeña orilla del inmenso océano” que es el Universo, Sagan dixit. Pero no sólo del origen del Cosmos, del Big Bang o de los Planetas y las Estrellas, por ejemplo, trató Carl Sagan a lo largo de los capítulos de Cosmos. El personajes también fundador del proyecto científico más longevo de la historia de la ciencia, que todo sea dicho, aun se mantiene vivo a pesar de no dar los frutos esperados. Sagan fue pionero en la búsqueda de señales de radio provenientes del espacio profundo, señales que puedan provenir de una fuente de origen inteligente, es el proyecto SETI. También habló Sagan de Exoplanetas, de la Bioquímica e incluso nos acercó a diversas misones espaciales, entre ellas las famosas Voyager, lideradas por él mismo. Si bien es cierto, gracias a Cosmos obtuvimos ideas e imágenes que son clave en el discernir sobre nuestro entorno más próximo y lejano, de ayer y de hoy; avanzando Sagan a través de Cosmos 30 años el reloj para informarnos, por ejemplo, de si hubo agua en Marte (hoy sabemos que la hay) o de qué manera buscaríamos otras otros planetas parecidos al nuestro, tal y como lo explicó es como se hace Ciencia. Así pues, larga vida a Sagan y su legado.
III
Pues, en cierto caos de la información me encontraba esta semana cuando leo el siguiente titular: “El Gran Colisionador de Hadrones consigue recrear un pequeño Big Bang”. Bueno, ¡ha llegado el fin del mundo y no me he enterado! Entonces, ¿qué hago? ¿Voy mañana a trabajar? La cuestión tiene miga.
Datos: “El gran acelerador de partículas LHC ha generado temperaturas superiores a las del Sol colisionando iones de plomo”. El artilugio de 27 kilómetros de perímetro y enterrado entre Francia y Ginebra consigue recrear un mini Big Bang que ha requerido de varios días para generar la inercia suficiente a las partículas de ion plomo rozando los 280 teraelectrón-volts, muy poca energía para nuestra vida cotidiana pero mucho para partícular que se miden en escalas nano y picométricas. Sin duda un hito en la historia de la física de partículas que comienza a desenmarañarse, como los argumentos de los agoreros del fin del Mundo. Esta Navidad, ¡un brindis por el CERN!
IV
Y, en último lugar unas líneas, no muchas más ahora pues, “ya habrá más tiempo”, para Fernando Cuartero, catedrático de Informática y adjunto al Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Fernando, “personaje siniestro y malévolo con capa negra y tez blanquecina que da un miedo de escándalo” ha sido condenado por la Justicia en Primera instancia de Albacete a una multa de 204 euros por una falta de calumnias o injurias hacia una persona muy popular y famosa. Afortunadamente, la sentencia es recurrible y Fernando no tendrá que ir a la carcel. Pero, ¿cuál ha sido su pérfido delito? Nada más y nada menos que denominar, así libremente, “vulgares estafadores” a un tipo o clase de timadores, los estafadores, que bajo el amparo de un error universitario se dan cita en un edificio público a una especie de “congreso” o “cónclave” que incluía, bajo el nombre “de otras ciencias” (queremos entender bien) una sesión de espiritismo, la participación “estelar” de una vidente y no sé que más lindeces estrafalarias -¿de qué iba a ser el encuentro? Pues de parapsicología. Más de 800 personas acudieron a la cita, y pagando, claro (casi nada). No lo he dicho, este encuentro se celebró el pasado año en el paraninfo del Campus de Albacete. Menos mal que la sentencia es recurrible, pero ya le debe costar un dinerito al señor Cuartero. Aun así, menos mal. Escuchar para creer: El Cinturón de Orión Y con este asunto me despido hasta la próxima entrada en diciembre.
Con todo el buen humor del mundo, lo acabo de encontrar en la nube:
http://www.youtube.com/watch?v=HjN1E0ioJVM
Por: Manuel R. de Viguri