Aunque me pese admitirlo, la radio es en la actualidad la hermana pobre de los medios de comunicación, una hermana muy simpática y entretenida pero que pocos toman en serio. La tele tiene su impacto social, la prensa su influencia e Internet la imagen y el mundo en red. A la radio le queda la inmediatez y algo que valoramos mucho los que nos dedicamos a esto, la credibilidad.
En el mundo de la comunicación de la ciencia la cosa no cambia mucho, si leemos los escasos manuales publicados sobre periodismo y comunicación científica observamos que los autores hacen reiteradas llamadas al mundo de la prensa, con su redacción, titulares, separatas, etc. muy pocos se acuerdan de la radio.
Pero los que estamos apasionados con este medio no nos rendimos fácilmente y cada semana, en mi caso desde hace diez años, salimos a la antena de nuestras emisoras dispuestos contarles, a quien quiera escucharnos, que saber de ciencia no es un lujo intelectual, al contrario, es una necesidad vital.
Mientras me dejen los compañeros de AECC iré rellenado ese vacío que sobre la comunicación de la ciencia en la radio existe en la bibliografía en castellano. Serán habilidades y consejos basados exclusivamente en mi experiencia ante los micrófonos, conclusiones de muchos experimentos y soluciones del binomio “ensayo – error”.
En esta primera entrada me gustaría hablar de los inconvenientes y las ventajas de la radio como medio de comunicación donde producir contenidos relacionados con la ciencia. Veremos como algunos de sus inconvenientes se convierten rápidamente en ventajas a poco que reflexionemos sobre ellos.
Uno de los grandes inconvenientes de la radio es el más obvio, la imposibilidad de mostrar imágenes. La ciencia y la tecnología se caracteriza por producir excelentes imágenes, atractivas simulaciones que harían nuestro trabajo mucho más sencillo. Cuanto más fácil es explicar el funcionamiento de un agujero negro si tenemos la posibilidad de mostrar el famoso esquema del embudo. Sin embargo esta restricción técnica se torna en ventaja cuando descubrimos que la radio es el único medio de comunicación que podemos consumir mientras hacemos otras cosas. Podemos oír la radio mientras nos duchamos, conducimos, cocinamos o paseamos y esto no aporta una gran difusión.
Otro de los inconvenientes de comunicar ciencia en radio es la absoluta dependencia de la capacidad expositiva y de expresión de nuestros invitados. Si nuestro invitado balbucea, arrastra una molesta muletilla o tiene un discurso neutro y aburrido nuestro espacio perderá interés. Sin embargo, un invitado simpático, instructivo y con un cajón lleno de anécdotas será seguido con atención por los oyentes. Por este motivo, cuando hablo de aspectos generales de la ciencia prefiero a un científico que se exprese bien al investigador más puntero en esa materia, aunque en ocasiones ambas características se dan en un mismo individuo.
Un inconveniente que cada día lo es menos es el mensaje efímero de radio. Hasta no hace muchos años, si queríamos escuchar un programa de radio concreto teníamos que situarnos en las coordenadas espaciotemporales adecuadas: en la zona de cobertura de la emisora, en la frecuencia determinada y a la hora establecida. Ahora, con el podcast podemos tener acceso a muchos programas de radio estén donde estén y a la hora que queramos.
Por suerte, encuentro en la radio más ventajas que inconvenientes. Si bien no podemos mostrar imágenes, si podemos estimular la imaginación del oyente, así, puede viajar a cualquier parte del mundo, observar un planeta lejano o sumergirse en la profundidad del océano. Todo depende de nuestra capacidad comunicativa.
A parte de la inmediatez , la gran difusión y la credibilidad que según las encuestas posee este medio de comunicación, la radio nos ofrece una ventaja que los que hacemos entrevistas agradecemos sobremanera, tecnológicamente la radio no intimida al invitado. Al contrario que en televisión, el invitado que visita por primera vez un estudio de radio encuentra una mesa con micrófonos y una ventana de cristal, un ambiente mucho menos abrumador que el que posee un plató de televisión. En la radio el entrevistado se suele sentir más cómodo y relajado, factores que siempre nos facilitarán las cosas.