El final del verano es sinónimo de zapatos cerrados. ¿Se calza adecuadamente a los niños?
Carlos Blasco García. Podólogo. Universidad de Valencia.
Antaño estaba establecida la costumbre de que todos los niños y niñas tenían el pie plano por el simple hecho de estar en la edad infantil. Para ver el uso de botines en los niños como norma de calzado general no es preciso navegar mucho en el tiempo. Viajar a la década de los 80 es más que suficiente. En la actualidad digamos que no es usual ver a los niños con este tipo de zapato. ¿Es que ha cambiado la percepción del pie? O, ¿ha cambiado la moda?
La edición del diario Levante de Castellón del lunes 10 de septiembre del presente contiene un artículo titulado “¡Cuidado con el calzado de los niños!“. En el encabezado informa sobre la necesidad de elegir un calzado apropiado que favorezca el desarrollo del pie. Y en el cuerpo de la noticia destaca dos aspectos importantes: no se debe calzar hasta que no se empieza a andar.
Entonces, ¿qué diferencia hay entre percepción del zapato que tenemos ahora frente a la que había hace 20 años? Yo diría que la pregunta es más bien esta: qué diferencia existe entre la percepción del pie en crecimiento actual y la de hace 20 años. Si nos metemos en harina de forma muy breve, la solución a la cuestión está en el concepto de pie plano y en la forma en que hace 20 años, y por desgracia para algunos casos también en la actualidad, se valoraba el pie por parte de los podólogos y demás especialistas médicos. Prácticamente se diagnosticaba en todos los casos pie plano, y como tal, el tratamiento de elección era contener el descenso de la altura del puente. Y cómo se conseguía: zapatos ortopédicos al canto.
Por suerte actualmente la concepción del pie plano ha cambiado, y por suerte ahora mismo ser niño en edad de crecimiento no es sinónimo de tener el pie plano. Entonces la pregunta es: ¿cómo calzamos a los niños? La respuesta es tan sencilla como práctica: el niño no necesita zapatos para gatear. Cuando se ponga de pie y empiece a andar, ya los usará. Y en ese caso, como el pie todavía estará en crecimiento la regla es básica: el zapato será flexible y elástico. Y para ir al cole, los zapatos deportivos para la clase de educación física, tan importante en el momento actual para combatir el sedentarismo tecnológico, y los de vestir para el resto. Objetivo: el pie en crecimiento no debe soportar presión, y cada zapato tiene su momento y su uso.