Autor: Marcos Ruiz Abad
Hace poco más de un año escribí un artículo aquí mismo sobre las oportunidades de divulgación y comunicación científica que brindaban eventos como la Tenerife LAN Party (TLP).
En él comentaba lo que podemos encontrar en la TLP y cómo, desde mi opinión, se podría aprovechar para divulgar ciencia: “Es indudable que el vídeo, la gamificación, las ilustraciones, la informática, las apps, etc. son medios o herramientas que nos ayudan a hacer comunicación científica. Y todo eso se da en la TLP con creces y con algunos de los mejores profesionales (y gente súper ilusionada que está empezando). Desde aquí os animo a asistir a este tipo de eventos, porque las ideas que surgen y los contactos que se hacen, pueden ser el germen de un nuevo proyecto de comunicación que nos ayude a llegar mejor y a más gente.”
Pues he vuelto a caer, volví a pedir una acreditación de prensa para ver lo que podría disfrutar este año y, además, con enorme ilusión y expectativa porque habían organizado, dentro de TLP INNOVA, una jornada específica sobre “INTERNET Y CIENCIA”. Invitaron a participar a youtubers y científicos, profesionales tan conocidos como nuestro compañero y físico José Luis Crespo, al ingeniero informático Carlos Santana, la física Lucía García, el profesional de la magia Eladio Torres, el Director del Observatorio del Teide, Miquel Serra, o Pino Caballero, Catedrática de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de La Laguna. El hilo conductor de las charlas y la moderación de la mesa redonda final venía de la mano de nuestro compañero Juanjo Martín.
Ni que decir tiene que, además de la ilusión que me hacía asistir a esta jornada, mi ego me decía que mi artículo del año pasado sobre el tema podría haber animado a la organización a tomar esta decisión. Aunque, muy probablemente, ya lo habrían pensado con anterioridad. (Música de misterio…) Nunca lo sabremos. Pero me gusta pensar que pude tener algo que ver 😉
En este artículo me gustaría analizar esta propuesta de la TLP de Tenerife 2019 y ver si realmente supone un buen espacio para la divulgación científica. Spoiler (para los más tradicionales, te voy a reventar el final): SÍ, con creces.
Para que nos hagamos una idea de la magnitud del evento: “TLP Tenerife Summer 2019 vuelve a batir sus propios récord de usuarios y visitantes con sus 2.000 teleperos que han pasado 24 horas al día compartiendo vivencia en el Recinto Ferial de Tenerife con la opción de conectarse a la máxima velocidad de red del país. Además, en los siete días que ha estado abierto el evento se han registrado más de 61.000 entradas, lo que supone un importante incremento con respecto a las 56.000 entradas del año pasado”.
A pesar de mi tendencia natural, llegué bastante pronto al recinto, porque me temía que habría mucha gente y quería conseguir un buen sitio. Fuera de la sala ya había una serie de personas esperando para entrar, pero no se veía demasiado lío. Gracias a la acreditación aproveché para acceder con los primeros asistentes y me senté cerca del escenario. Mientras esperábamos a que entraran todas las personas interesadas, ocurrió algo que, la verdad, no me imaginaba que pudiese pasar: se generó una fila junto a Crespo para hacerse una foto con él. No es que sea nada del otro mundo, es bastante natural, pero me hizo darme cuenta de la realidad de lo que estaba a punto de ver.
Abrió el evento Juanjo presentando a Miquel Serra, Director del Observatorio del Teide, que nos habló sobre la App Cazasteroides, una curiosa herramienta de ciencia ciudadana para colaborar en la protección de la Tierra frente al impacto de asteroides. Cuando terminó su participación y Juanjo estaba presentando a Crespo, aproveché para observar la sala. Lleno absoluto, un aforo de 140 personas sentadas y, en la zona posterior, se podían ver varias personas que escuchaban de pié.
Llegó el momento de Crespo y su interesante intervención sobre “Cómo la ciencia ayuda al arte (¡y viceversa!)”. Cada vez que terminaba un ponente y había que esperar a cargar la nueva presentación, etc. se formaban filas cerca de Crespo y de Carlos para hacerse fotografías.
Llegó el momento de Carlos Santana y su reveladora intervención “Pasado, presente y futuro de una nueva Revolución”, en la que nos habló sobre la Machine Learning, la gran revolución dentro del campo de la Inteligencia Artificial.
El profesional de la magia Eladio Torres amenizó el evento con una serie de trucos clásicos en los que aprovechaba las “nuevas” tecnologías.
Y cerró las intervenciones Lucía García, que nos contó parte de su andadura profesional por programas como El Hormiguero o la última temporada de Órbita Laika.

No me quiero centrar más en las ponencias en sí, porque Verónica Pavés ya escribió al respecto en este artículo. Me quiero centrar en el evento en sí y lo que percibí.
Al igual que el año pasado, el ambiente es inmejorable. Miles de adolescentes (y no tan adolescentes ya) atentos a los últimos juegos, a competiciones de e-sports, juegos de rol, cómics, concursos de cosplay, K-Pop, etc. y, entre todos estos stands, me volvían a llamar la atención los de la Universidad de La Laguna y el Colegio Profesional de Ingenieros Técnicos en Informática de Canarias, así como el de Tenerife más Sostenible. Entre todas las charlas sobre juegos y su desarrollo, arquitectura de aplicaciones, etc. sobresalían, también por su temática un tanto disruptiva, las jornadas sobre “Internet y Ciencia”.

Además de la expectativa que despertó en mí dicha jornada, me sorprendió muy gratamente su capacidad de convocatoria, teniendo en cuenta la oferta tan diversa y numerosa que había en la TLP. Me llamó mucho la atención el momento “selfies” con Quantum Fracture, DocCSV y Shedka. Me ayudó a ver que muchos canales de divulgación científica, así como la ciencia que cada vez se realiza más en programas de televisión, están en el día a día de internet de muchos jóvenes que se interesan por este tema y, en el caso de la televisión, son un puente con el que alcanzar otro público diferente.
Pero lo que más me gustó, lo que superó mis expectativas (que suelen ser altas), fue lo bien que funciona la oportunidad de desvirtualizar a youtubers, divulgadores o profesionales que hacen ciencia desde detrás de las cámaras y, por supuesto, la enorme cantidad de ojos atentos y radiantes de ilusión que llenaban la sala. De manera similar a la exposición de Crespo “Cómo la ciencia ayuda al arte (¡y viceversa!)”, creo que tiene muy buena aceptación mezclar este tipo de divulgación con otros temas. Me explico: funcionan muy bien las jornadas específicas de divulgación científica pero, en este tipo de eventos y en otros con temática dispar, accedemos a un público más diverso.
Por otro lado, en esta jornada, igual que en el marketing, los proyectos online sumados a las acciones offline suman sus fuerzas para hacer un combo realmente interesante para la divulgación científica.
Sea como sea, intentando no caer en mi propio sesgo de confirmación, asistir a eventos como este y ver la especctación que despierta, corrobora la idea de que la divulgación científica está viviendo un buen momento que, desde mi punto de vista, podemos y debemos seguir mejorando.