El pasado 19 de enero, varios miembros de la AECC realizaron una interesante visita al Museo Geominero en Madrid, ubicado en la sede del Instituto Geológico y Minero de España.
Los socios América Valenzuela, Inma Luque, Carlos Gallego, Ignacio Fernández Bayo, Óscar Menéndez, Luis García, Natalia Ruiz, José Manuel Campillo, Lorena Cabeza y nuestro presidente Antonio Calvo, entre otros, participaron de la visita a este hermoso edificio, construido entre 1921 y 1925 por el arquiteco Francisco Javier de Luque.
No solo asombra por sus imponentes vidrieras y sus tres balconadas, sino por la disposición de las colecciones en escaparates de madera, muy ‘a la antigua’ (en palabras de su directora, conserva la fisonomía de gabinete de historia natural“) y sus sillones rojos, lo que le otorga un carácter muy especial al Museo.
Isabel Rábano, directora del Museo, y Manuel Reguerio, jefe de relaciones externas y transferencia, nos acompañaron y explicaron curiosidades y tesoros del Geominero.
Colecciones de rocas fascinantes, fósiles de invertebrados y minerales constituyen el material expositivo, además de los restos de un mastodonte, todos materiales hallados por los investigadores del Instituto a lo largo de su historia, más de 10 mil muestras de la que 5.600 están expuestas.
Sorprende especialmente encontrar en este curioso museo meteoritos caídos en el desierto de Atacama, Palencia, Biolorusia o Argelia; lo que pasa en la tierra cuando cae un rayo, o las formas perfectamente cúbicas de las piritas del yacimiento de Navajón de la Rioja.
Nos contaron, además, que se hacen exposiciones itinerantes con talleres para los más pequeños y cuentan con variado material divulgativo con sus mascotas Gea, Piqueto y Plupy.
Si quiere saber cómo luce el azufre en roca, conocer de cerca el rutilio, un enorme cuarzo rosa y las curiosas formas del ágata de Brasil, cómo se forma el ámbar; la huella pétrea de una rana del período Mioceno, el oro de California, o conocer los primeros mapas geológicos de España, acérquese al Museo Geominero, una verdadera joya arquitectónica.