La homeopatía es agua. Y suicidarse tomando una caja de este ‘medicamento’ es una buena forma de demostrarlo.
Miles de personas lo van a hacer este sábado, por todo el mundo. Y también en España. Ya hay iniciativas organizadas en Barcelona, Madrid, León, Bilbao, Zaragoza y Gijón. Todas ellas, excepto la asturiana (que será a la hora de Alaska, 20:23 CET) se realizarán a las 10:23.
Yo, personalmente, voy a ir a la puerta del Hospital Homeopático, una vergüenza de institución apoyada por la Comunidad de Madrid y también por la Universidad de Alcalá. Me tomaré una caja de tranquilizantes homeopáticos. Y luego pasaré el resto del día paseando por algún museo, comiendo por ahí y viendo algo de baloncesto. Es la ventaja de suicidarse con un medicamento que se compone de sólo agua y azúcar: que uno no se muere y puede hacer su rutina de sábado.
Mi ventaja es que va a ser mi segundo suicidio. El primero, en una debate emitido por Indagando TV, fue todo un éxito: como ven, por ahora sigo vivo.