Gracias a la motivación de la Asociación Española de Comunicación Científica, a través de su sitio Web, logré asistir como investigador comunicante al II International Conference on Media Ethics que se realizó los días 3,4 y 5 de abril en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Sevilla.
La actividad comenzó puntualmente con la conferencia inaugural del académico Cliff Christians de la University of Illinois, quién se refirió a la verdad y la ética de los medios de comunicación globales. Su ponencia estuvo bastante dinámica con material audiovisual y una interesante pauta de preguntas.
Sin embargo me gustaría destacar la sesión de comunicaciones que me tocó compartir con diversos investigadores bajo el eje “democracia y comunicación”, en donde expuse sobre “El rol de los medios de comunicación para la valoración de las potencialidades astronómicas de la Regio_n de Antofagasta de Chile”.
Lo interesante de la mesa fue que cada investigador compartió diferentes realidades que ocurren en sus países y ciudades, tanto en el ámbito político, educativo, social y económico.
Fue así como Héctor Corona León partió con “La deontologi_a en la comunicacio_n institucional universitaria: el caso de la Universidad de Guanajuato (México) y su actividad de comunicacio_n institucional basada en su código deontolo_gico”, seguido por María Paz Díaz Domínguez, quien se refirió a el “Ecologismo y prensa en la Huelva de inicios de la democracia”.
Luego fue el turno de Jezabel Martínez Fabregas con una interesante ponencia sobre “La representación televisiva de la mujer latinoamericana dentro de los estereotipos de ge_nero” y seguida por Melva Navarro Sequeida de México, quien abordó “La cobertura en medios impresos y redes sociales de las manifestaciones por la toma de protesta del presidente Pen_a Nieto”.
De esta manera fue posible finalizar la sesión con un debate excelente entre investigadores y asistentes, lo cual dio cabida a conocer diversidades de pensamientos y generar una discusión sobre género, política internacional y sociedad latinoamericana entre otras cosas.
Podría definir todo ello como una gran experiencia no sólo para la labor investigativa, sino también en lo personal debido a que fue posible complementar los conocimientos con el valioso trabajo de otros doctorandos y finalmente, e igual de valioso, conocer otras culturas y grandes personas.