No vamos a abandonar la ciencia de la buena aunque esta vez algo camuflada. Si el mes pasado escribía sobre una serie que promete ser una de las grandes, este mes voy con una serie de absoluto culto: “Doctor Who” ¡Allons-y!
“Doctor Who” es una serie de la BBC, pero no es una serie cualquiera, es la serie de ciencia-ficción más longeva de la historia con 33 temporadas durante 50 años. Narra los viajes de un extraterrestre, un Señor del Tiempo y de su nave espacial con forma de cabina de policía, la TARDIS (Time And Relative Dimensions In Space) viajando a través del tiempo y del espacio junto con varios acompañantes, habitualmente humanos.
¿Cómo? ¿Ciencia de la buena en “Doctor Who”? A ver, que estas hablando de un extraterrestre que viaja a través del espaciotiempo en una nave espacial que es más grande por dentro que por fuera. ¿Ciencia de la buena?
Pues sí, pero para eso tenemos que remontarnos 50 años, hasta 1963. La idea original del creador de “Doctor Who”, Sydney Newman, fue crear algo que enganchara al público en un espacio muerto entre dos programas, enfocado al público infantil y que, a la vez, fuera educativo. Así que usaban los viajes al pasado para explicar historia y los viajes al futuro para la ciencia introduciendo conceptos como la radiactividad o la robótica.

Con la evolución de la serie (más de 800 capítulos dan para mucho) abandonó su labor educativa pero la ciencia no dejó de estar presente con conceptos como la genética, la computación… Y aprovechando la celebración del 50 aniversario, la BBC2 emitió en horario de prime time un especial con el profesor Brian Cox donde se intentaba explicar si la ciencia extraterrestre de El Doctor era posible.

Y los viajes espaciotemporales no, pero la regeneración celular, los cyborgs y la cura de enfermedades incurables actualmente tienen bastante visos de convertirse en realidad.
No te voy a pedir que veas centenares de episodios o solo las temporadas llamadas “Doctor Who 2005” pero busca a tu whovian más cercano y pregúntale por los mejores capítulos para comenzar a verla. Ah, y no parpadees.