Las primeras secciones dedicadas a la comunicación científica en los periódicos surgieron como resultado de la evolución científico-tecnológica provocada por la Primera y Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría: el New York Times fundó su sección llamada Space Times en noviembre de 1978, mientras que en los periódicos europeos los suplementos de ciencia aparecieron en las décadas de 1980 y 1990.
Más adelante fueron emergiendo otras muchas formas de divulgación destinadas al público de masas: conferencias, libros, exposiciones, planetarios, museos, observatorios, jardines botánicos, zoológicos y las grandes Exposiciones Universales y nacionales en todo el mundo. En 1909 se funda el London Science Museum y en 1925 el Deutches Museum en Munich (ya había sido fundado en 1903 con alguna sala provisional), que inició investigaciones respecto a técnicas de participación del usuario, y en 1937 se crea en París el Palais de la Découverte, que sorprendió con la atención dedicada por el visitante y su deseo de que participara en la vida del museo gracias a conferencias o exhibiciones de experimentos científicos hechos in situ. Fuera de Europa aparecen el Museo de las Ciencias y de la Industria de Chicago, el Ontario Science Centre de Toronto y el Exploratorium de San Francisco.
El Exploratorium se fundó en 1969 con el propósito de introducir una nueva forma de entender los museos de ciencia mediante módulos prácticos y experimentos con los que el público puede interactuar a su propio ritmo -concepto introducido como “hands-on experience-.
Hoy en día el Exploratorium es un museo científico de primer nivel en el que colaboran científicos, inventores, artistas y demás creadores. Casi todos los objetos expuestos los hacen in situ en el museo, a la vista del público. Siempre buscan crear un módulo que permita al visitante interactuar directamente con el fenómeno que pretende explicar, en lugar de recurrir a modelos o simulaciones.
El nacimiento y desarrollo de este tipo de museos es decisivo a la hora de desarrollar la cultura científica y el interés de la población por la ciencia, necesario y complementario a la comunicación científica que se hace en los medios de comunicación y que en su mayoría versa sobre temas de actualidad muy concretos y específicos que no permiten al ciudadano de a pie identificarse con los fenómenos mencionados.
En todo el mundo en general y en España como caso particular son comunes hoy en día este tipo de museos. La Casa de las Ciencias de A Coruña fue uno de los primeros museos de ciencia de este tipo que se abrieron en España y también destacan el Parque de las Ciencias de Granada el Museo de la Ciencia de Valladolid o el Cosmocaixa en Madrid y Barcelona, entre otros… Esperemos que sigan evolucionando y cada vez llegando a más gente, por nuestra parte no dejaremos de visitarlos cuando se presente la ocasión.