La primera vez que fui consciente de que llegar siempre a los mismos es un problema para la divulgación de la ciencia fue tras escuchar a Erik Stengler en uno de los Congresos de Comunicación Social de la Ciencia. Contó que a las exposiciones y actividades del Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife acudía público, pero él se preguntaba por qué nunca entraba en el museo el señor que trabajaba en la obra que estaba justo delante.
Hace unos meses, reflexionaba también sobre ello en este mismo blog Gonzalo Remiro: no es nada raro el caso del niño que va a todas las actividades de divulgación, mientras otros jamás irán a ninguna.
En los últimos tiempos, el fenómeno fan de la ciencia ha ido felizmente en aumento, avivado por los blogs, podcasts, monologuistas, videobloggers… y fidelizando a los seguidores de la divulgación gracias a las redes sociales. Pero sigue siendo uno de los grandes retos de nuestra profesión no acabar plantando siempre el micrófono en territorio conquistado sino ir más allá, salir al encuentro de cualquier ciudadano. Por eso se exploran y prueban nuevas estrategias de divulgación.
Pero también se busca el más difícil todavía. Y hay quien se propone llegar específicamente a esos otros públicos que más fuera se quedan del radio de acción habitual de la divulgación de la ciencia: desde personas con discapacidad a habitantes del medio rural o población desfavorecida. A todo ello dedicamos el último encuentro de Divulgación Innovadora D+i También Para Otros Públicos, celebrado el pasado 10 de junio en Zaragoza. Allí conocimos a verdaderos activistas de la divulgación como los de la Asociación Ciencia sin Barreras para la Divulgación Científica Inclusiva, el proyecto Ciencia en el Barrio del CSIC o las emboscadas científicas montadas por el neurocientífico Xurxo Mariño que cogen desprevenida a la gente en los bares.
Y para no solo mostrarlo, reflexionar y hablar de ello, sino apoyarlo literalmente, abrimos la convocatoria de proyectos D+i TOP, que financiará las mejores iniciativas recibidas.
Pero ¿cuáles son esos públicos desfavorecidos o alejados de los canales habituales de la divulgación? No es una pregunta sencilla. En las bases de la convocatoria, con el fin de orientar a los candidatos, mencionamos algunos: “Personas con diversidad funcional e intelectual, sectores vulnerables de la población (personas en riesgo de exclusión social, población inmigrante, refugiados…), personas sin acceso normalizado a la cultura científica, habitantes del mundo rural, adolescentes, mayores, pacientes ingresados en hospitales, reclusos, niñas y mujeres en temas técnicos y de ingeniería, adultos sin hijos, público sin interés por la ciencia…”. Y añadimos, para abarcar aún más: “O cualquier otro colectivo al que la divulgación de la ciencia tenga más difícil llegar”.
Como público dificilísimo para la divulgación se me ocurren, por ejemplo, los políticos. Y, desde mi labor profesional en un suplemento de ciencia que se publica en papel y online: la gente con falta de tiempo y pocas ganas de leer. Seguro que cada uno de nosotros tenemos nuestro público difícil.
Como una forma de entender el activismo, para impulsar una divulgación de la ciencia inclusiva, accesible a todos y orientada a la integración social, ha nacido esa convocatoria de proyectos de divulgación de la ciencia que hemos llamado D+i TOP, Divulgación Innovadora También para Otros Públicos.
Hasta el 25 de septiembre permanecerá abierto el plazo de recepción de proyectos, que esperamos que estén específicamente dirigidos a públicos desfavorecidos o alejados de los canales habituales de la divulgación científica o bien diseñados para todos, accesibles a todos.
En este caso, por las dimensiones de la propia convocatoria, no se buscan grandes proyectos (el presupuesto total de cada uno de los presentados no deberá ser superior a 10.000 euros), sino proyectos piloto con ganas de hacerse realidad o proyectos en crecimiento. Es decir, la convocatoria está abierta a ideas y proyectos nuevos, pero también a ampliaciones de proyectos ya existentes que signifiquen agrandar su foco para llegar a nuevos públicos. La producción y ejecución de los proyectos seleccionados se facilitará con una dotación económica de un máximo de 3.000 euros.
D+i TOP se dirige a profesionales de la comunicación y divulgación de la ciencia de toda España, así como a quienes trabajan por acercar ciencia y sociedad desde la comunidad científica, siempre que su propuesta esté enfocada hacia alguno de esos ‘otros públicos’.
Un grano de arena para que no haya excluidos de la divulgación de la ciencia. Para que ni las distintas capacidades, ni la edad, ni el lugar donde vive o el sueldo que cobra alejen a nadie de la ciencia.
Hagamos lo difícil.